Durante mucho tiempo, escuché hablar de la copa menstrual. Amigas y conocidas me habían comentado su experiencia con ella, pero en aquel momento no me dio por averiguar más.
Hasta que un día, cansada de solo tener dos opciones comunes -que no son nada cómodas o amigables con mi cuerpo-, decidí investigar y lo que encontré fue genial. Así que quiero comentarles todo lo que aprendí acerca de la copa menstrual, para que esos días difíciles del mes se nos hagan menos pesados.
Pero… ¿qué es?
La copa menstrual es un dispositivo que se ha convertido en una verdadera alternativa saludable y ecológica, para emplear durante nuestro periodo de menstruación. Este aparatito que es reutilizable, tiene la capacidad de almacenar nuestra sangre conteniéndola, para que luego la desechemos e introduzcamos nuevamente el dispositivo en nuestro interior.
Y aunque no lo creas, no es un invento reciente, porque existe desde hace muchos años -desde 1930-, lastimosamente en 1963 por falta de materiales y poca rentabilidad, las empresas decidieron dejar de fabricarlas. Pero en 1987 se retomó la circulación en Estados Unidos y desde ese momento, poco a poco ha ganado la confianza de miles de mujeres en el mundo. ¡Imagínate!
Antes de seguir, debo decirte que la copa menstrual puede convertirse en nuestra mejor aliada si es que decidimos confiar en ella. Ojo, que esto solo depende de nuestra predisposición para adaptarnos y créeme que, con eso, más del 50% del trabajo ya estará hecho.
¡Salud y mucho ahorro para ti!
Usar la copa es una opción similar a las otras; sin embargo, hay dos diferencias que te harán amarla. Primero está el factor salud, porque al ser un producto eco amigable no deteriora tu PH, ya que en su fabricación no se utilizan materiales químicos que maltraten nuestra piel, -como sí lo hacen otras alternativas-.
Y en segunda está el factor ahorro, porque cada copa menstrual puede durarte hasta por 10 años de uso continuo. ¿Te imaginas lo que eso significa para tu gasto mensual en toallas y tampones? Cambiarte a la copa menstrual es decirle adiós a esa rutina de compra.
¿Y de qué está hecha?
Esta alternativa es amigable por donde la mires. Esta hecha de material flexible que logra adaptarse perfectamente al interior de tu cuerpo, sin generarte ninguna incomodidad o molestia.
Normalmente, suele estar hecha de silicona médica o TPE y ambos compuestos son 100% hipoalergénicos. En MeLuna® encontrarás la única copa menstrual hecha de TPE (elastómero termoplástico), es decir, material vegetal y reciclable.
Esta copa es de fabricación completamente alemana, tanto por el material, como el proceso de fabricación en sí; y está avalada por la norma ISO 9001, además de la FDA de EE.UU. En el Perú también cuenta con Registro Sanitario.
Recuerda que antes de adquirir tu copa menstrual, es muy importante que tomes en cuenta el respaldo que el dispositivo tenga de especialistas y entidades de salud, así como de calidad.
¿Cómo sé si puedo usar una copa menstrual?
Como ya lo señalamos antes, la copa está hecha de un material hipoalergénico, vegetal y reciclable, por lo que no causa irritaciones o reacciones adversas. Es decir, ¡no te preocupes porque todas las mujeres podemos utilizarlo! -eso sí, es importante decidir primero la talla, pero eso lo veremos en otro post-.
Pueden usarla tanto aquellas mujeres que tengan alergias o las que no, ya que no se usa ningún aditivo químico que afecte nuestro organismo. De hecho, ninguna bacteria puede permanecer en su superficie totalmente lisa, pues no absorbe ningún liquido y por ende no produce alteraciones en el entorno vaginal.
Y al ser de material médico, no rasga, ni reseca las paredes vaginales; así como tampoco deja restos de fibras -a diferencia de los tampones-, o causa irritaciones -como si lo hacen las toallas higiénicas-. O sea, más segura, imposible.
¿Ahora sí despejaste tus dudas sobre la copa menstrual? Si aún quieres conocer más, puedes descargar este material para que conozcas mucho mejor el dispositivo y su uso. ¡Anímate a probar esta alternativa que es súper saludable y ecológica!
